La presente campaña de algodón podría ser una de las peores de la historia en el departamento General Obligado. ¿Cuáles son los motivos?

Al momento de escritura de este artículo, la cosecha de algodón en la gran mayoría del departamento General Obligado de la provincia de Santa Fe todavía no comenzó, no obstante, se sabe que será una de las peores de la historia en cuanto a rendimiento, calidad de fibra y redito económico para los productores. Las estimaciones de rendimiento predicen una disminución de entre el 50 al 80 % del promedio de las ultimas campañas y algunos productores inclusive evalúan la conveniencia de la cosecha.

Con este desolador panorama se trata de explicar en este pequeño informe algunas bases fisiológicas que ayuden a comprender tal magnitud de perdida.

En primer lugar, se debe destacar que durante los meses de diciembre y enero se batieron récords de altas temperaturas y casi nulas precipitaciones en la experimental del INTA Reconquista que cuenta con mas de 50 años continuos de datos. Durante esta campaña se registró el mes más cálido de la historia, el día más cálido de enero de la historia, los mayores días consecutivos con temperaturas máximas mayores a 40 °C, la mayor temperatura del suelo de la historia y el menor registro de precipitaciones en el conjunto de días diciembre-enero de toda la historia de registros, entre otros récords.

En segundo lugar, es conocido que el cultivo de algodón es muchas veces asociado a una tolerancia tanto a la falta de agua como a las altas temperaturas. Esto se debe a que el cultivo se originó en regiones del mundo con escasas precipitaciones y altas temperaturas, por lo que, desde el comienzo de su historia, convive con estas condiciones. No obstante, estas premisas no indican que puedan tener un buen desempeño ante condiciones meteorológicas extremas como las que se registraron esta campaña. Además, es importante mencionar que el cultivo de algodón, debido a su naturaleza perenne y su crecimiento indeterminado, muchas campañas presentó una alta capacidad de compensación (aumentando el peso o el número de las cápsulas) debido a cortos periodos de estrés tanto térmico como hídrico. Sin embrago, desde diciembre hasta el momento, las condiciones meteorológicas no mejoraron en todo el territorio descripto, imposibilitando la chace de compensación por parte del cultivo.

Varios artículos científicos en la historia dejaron sentadas bases sobre la fisiología del algodón ante eventos de estrés térmico:

  • Todas las etapas vegetativas y reproductivas son afectadas por las altas temperaturas.
  • El desarrollo del algodón ocurre mucho más rápido ante aumentos de temperatura. Esto quiere decir que desde que el productor siembra hasta que el cultivo florece, e incluso hasta que se produce la apertura de las cápsulas se produce en menor tiempo ante incrementos de la temperatura. Esto se observó generalizadamente en todo el departamento y en todas las variedades utilizadas. Este acortamiento del ciclo hace, entre otras causas, que el cultivo tenga un menor tiempo para acumular carbohidratos que sean destinados a las posiciones reproductivas.
  • Varios estudios científicos reportan que las raíces reportan menores crecimientos cuando la temperatura del suelo supera los 30 °C. Durante esta campaña, en los meses de diciembre y enero se registraron las máximas temperaturas de suelo de toda la historia de registro para todos los meses evaluados. Las altas temperaturas podrían haber afectado el crecimiento radicular y, por lo tanto, dificultado la absorción tanto de agua como de nutrientes por parte del cultivo.
  • Cuando se registran altas temperaturas, se incrementa la producción de ramas vegetativas por sobre las reproductivas.
  • El número de sitios fructíferos se reduce un 50 % cuando la temperatura alcanza los 40 °C e incluso llega a CERO cuando la temperatura supera por mucho tiempo los 40 °C. Este podría ser el principal motivo por el cual en el campo se observa un bajísimo porcentaje de retención de estructuras reproductivas. Al aumentar la temperatura la viabilidad y fertilidad del polen bajan y, por lo tanto, no se produce la fecundación de las semillas. Sin fecundación no hay semillas y sin semillas no hay fibras.
  • Esta demostrado científicamente que la retención de estructuras reproductivas es el componente de crecimiento y desarrollo del algodón que es mas sensible al aumento de la temperatura. Algunos datos de la presente campaña en INTA Reconquista indican una disminución de entre 50 a 60% de retención de estructuras comparada con la campaña anterior.
  • La bibliografía también reporta que cápsulas pequeñas (con menos de 14 días) tienen muchas probabilidades de abortar cuando la temperatura media diaria supera los 32 °C. Durante el mes de enero la temperatura promedio fue mayor a 32 °C en Reconquista.
  • Tanto el numero como el peso de cada una de las cápsulas (los principales componentes de rendimiento) son afectados negativamente por altas temperaturas.

Todas las limitaciones mencionadas se relacionan a que la fotosíntesis del algodón es altamente sensible a las condiciones de estrés térmico y a temperaturas por encima de los 35 °C. Las altas temperaturas disminuyen la eficiencia y el contenido de clorofila de las hojas (menor tenor de verde). Del mismo modo se inhibe la actividad de la rubisco (enzima fundamental para el proceso de fotosíntesis) y se aumenta la fotorrespiración y respiración celular. Todos estos percances terminan disminuyendo la cantidad de carbohidratos disponibles para la planta y, por lo tanto, para el crecimiento en altura, tamaño de las hojas, retención de cápsulas y crecimiento de las mismas.

Por otro lado, a todos estos efectos negativos del estrés térmico (incremento de temperatura), hay que sumarle los efectos del estrés hídrico (disminución del contenido de agua en el suelo y planta).  Este tipo de limitación es el principal factor que limita el crecimiento de los cultivos y la productividad en el mundo. La disponibilidad de agua afecta el crecimiento y los procesos fisiológicos de todas las plantas debido a que el agua es el principal componente del peso freso (70 a 90 % del peso fresco total es agua). El agua dentro de las plantas tiene un rol preponderante en el transporte de los nutrientes, en las reacciones enzimáticas y químicas, en la expansión celular y la traspiración de las plantas. El déficit de agua resulta en alteraciones anatómicas y morfológicas que afectan las funciones fisiológicas y bioquímicas de la planta. El efecto final del estrés hídrico depende de la severidad y la duración del evento así como del genotipo y de la etapa del cultivo en la cual se presenta.

Como es conocido el déficit de agua afecta el rendimiento del cultivo de algodón y alguno de los motivos son debido a que:

  • Reduce la expansión celular y, por lo tanto, el tamaño de la hoja, la elongación del tallo y el índice de área foliar. Las plantas bajo situaciones de estrés presentan menores tamaños de hoja y altura, tal como se pudo observar en esta campaña en todo el domo oriental de la provincia de Santa Fe.
  • El crecimiento radicular es extremadamente sensible al déficit hídrico, debido a que también es dependiente de la expansión celular. Al reducirse el crecimiento radicular se dificulta el alcance de agua y nutrientes ubicados en las partes más profundas del suelo. Asimismo, una mayor tasa de absición foliar esta asociada con eventos de déficit hídrico.
  • La falta de agua hace que la planta desarrolle un menor numero de nudos y que estos tallos presenten menores pesos secos.

Como conclusión a este articulo que trata de dejar claro que los eventos meteorológicos extremos que se registraron durante la presente campaña en INTA Reconquista y en la mayor parte del departamento General Obligado afectarán tanto el rendimiento como la calidad de fibra de algodón a obtener y perjudicarán el ingreso económico de los productores de algodón de Santa Fe. Asimismo, la extensión del periodo de condiciones adversas imposibilitó la chance de recuperación o compensación del cultivo, tal como lo había realizado en años anteriores.

Personalmente pienso que es el momento de implementar políticas públicas que amortigüen las consecuencias de estos desastres climáticos sobre los productores agropecuarios.

La información científica citada en este artículo fue adaptada desde:

  • Stewart, J. M., Oosterhuis, D., Heitholt, J. J., & Mauney, J. R. (Eds.). (2009). Physiology of cotton. Springer Science & Business Media.

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Gonzalo Scarpin

Ingeniero Agrónomo, graduado en el año 2015 en la Facultad de Ciencias Agrarias de la Universidad Nacional del Litoral, en la ciudad de Esperanza, Santa Fe. Ingresó al INTA Reconquista (Santa Fe) en el mes de Julio del 2015, y desde ese entonces se desempeña como investigador en ecofisiología del cultivo y calidad de fibra de algodón. Actualmente está realizando su formación doctoral en la UNNE de Corrientes en el tema de “ganancia genética de algodón en Argentina”. Forma parte de la comisión directiva de APPA y es editor de la edición anual de la revista de APPA.

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