Caracterización del cultivo de Algodón en la Provincia de Santa Fe y análisis de la campaña 2022 / 2023

La campaña 2022/2023 de algodón en la provincia de Santa Fe se presentó, a lo igual que la campaña anterior, con rendimientos dispares en función al grado de afectación de la sequía estival, pero en general, con un resultado satisfactorio.

En el siguiente informe se realiza un comentario sobre lo acontecido en la campaña algodonera 2022/2023 en la provincia de Santa Fe según el relevamiento de la Asociación para la Promoción de la Producción Algodonera (APPA). Para mayor información, sugerimos visitar la revista de la correspondiente campaña tanto de manera física como virtual en ésta web.
El área sembrada en la provincia de Santa Fe aumentó con respecto a la campaña anterior un 93% ubicándose en 154.500 ha. En la siguiente figura se puede observar el área sembrada en Santa Fe desde la campaña 1993/94 hasta la actualidad.

El promedio del área sembrada desde la campaña 2009/2010 es de 86.250 ha con una desviación de 36.000 ha.

La superficie sembrada fue calculada en en conjunto entre el Ministerio de Producción, Ciencia y Tecnología de Santa Fe y la Dirección Nacional de Estimaciones Agrícolas, con varias recorridas a por el territorio y trabajo en gabinete adecuado.

Por otro lado, en el Dpto. 9 de Julio se sembraron 107.500 ha, en General Obligado 14.000 ha, en Vera 29.500 ha y en Dpto. San Javier 3.500 ha.

Superficie por departamento promedio de las últimas 10 campañas.
Superficie por departamento promedio de las últimas 10 campañas.

Respecto al aporte de área de siembra de la provincia de Santa Fe en relación a la superficie algodonera nacional, podemos mencionar que durante la década 2001/2010 el área de Santa Fe representó entre el 3 y el 10% del área nacional, mientras que durante la década 2011/2020, Santa Fe aportó entre el 10 y el 28% del área nacional, con un promedio del 17%, siendo en esta campaña del 28%.

ANÁLISIS DE LA CAMPAÑA 2021/2022
En la campaña 2022 / 2023 se continuó con el relevamiento de datos productivo del cultivo de algodón, a través de las Comisiones Zonales Sanitarias (CZS) con énfasis en la lucha contra el picudo del algodonero.
El relevamiento productivo se realizó en los domos Este y Oeste de la Provincia, en los departamentos General Obligado, San Javier, Vera y 9 de Julio. Se relevaron 15.000 ha en el Este de la Provincia y 57.000 ha el Oeste Provincial. En general la campaña 2022/23 fue variable en cuanto a rendimientos y calidad dependiendo fundamentalmente de la exposición a mayores o menos niveles de estrés hídrico y térmico que dependió mayormente de la fecha de siembra y en menor medida de la zona, más allá del potencial productivo de cada una de ellas. Cuando hacemos referencias a las zonas, coinciden con el área de influencia de cada “centro” de las CZS. El rendimiento promedio Provincial fue un 8% superior al histórico, igual situación ocurrió para el Oeste Provincial, mientras que para el Este Provincial fue un 8% inferior al promedio histórico.

Síntesis de la campaña en términos productivos en el Este de Santa Fe.

Durante los meses de agosto y septiembre las lluvias fueron escasas como para reponer el perfil hídrico. A inicios y mediados de octubre se producen lluvias y con ella dos tanda de siembra, con mayor importancia en el centro norte del domo, llegando al 50% de la superficie a sembrar, pero, a fin de octubre, el paso de una tormenta con fuerte viento, produjo daños en las plántulas por arenilla, quedando un 70% de lo sembrado. En noviembre la siembra continuó acompañada por pequeños pulsos de lluvias llegando a sembrarse un 70% del área. El daño de trips fue tremendamente fuerte, provocando atrasos en la fenología, siendo los tratamientos ineficases. Las altas temperatura y baja humedad ambiental provocaban la muerte de plantas en sectores de los campos. A todo esto, se sumaba la faltante de semilla de calidad. En la primera quincena de diciembre se producen lluvias y se culmina con la siembra del cultivo. A finales del mes, los lotes se encontraban entre malos a buenos, afectados por malezas, trips, arenilla, bajo crecimiento y pérdida de stand de plantas, siendo la zona centro-sur la más afectada. La fertilización en general fue solo de base, ya que no se registraron lluvias de importancia para una re-fertilización nitrogenada en post-emergencia, la que sólo llego a 1/3 de la superficie.

En enero las temperaturas altas y baja humedad ambiental expusieron al cultivo a condiciones de estrés, sin embargo, las escasas y variadas precipitaciones, provocaron en general, una recuperación del cultivo, encontrándose entre buenos y muy buenos. La fenología iba desde inicio de pimpollado hasta comienzo de llenado. Las lluvias de febrero fueron muy escasas, empeorando la situación general de los lotes con respecto a enero. Aquellos lotes sembrados en octubre se encontraban listos para la cosecha pero con rendimientos que serían muy bajos, por lo que aproximadamente un 25% fue a un segundo ciclo, beneficiado por lluvias de marzo, mientras que los sembrados en diciembre estaban en buen estado general y los sembrados en noviembre en una situación entre regular y mala.

Durante abril la temperatura estuvo por encima del promedio, situación que se dio desde diciembre, que, aunque con lluvias de bajo milimetraje, permitió a los lotes que fueron a un segundo ciclo reproductivo y los sembrados en diciembre, fijar posiciones y mejorar la apertura de cápsulas respectivamente. La cosecha a fin de abril era muy baja, alrededor del 35%, con rendimientos malos a regulares, bajo rendimiento al desmote y baja longitud de fibra. Durante mayo, se registraron temperaturas superiores a la media lo que permitió una apertura generalizada de bochas y un avance en la cosecha que se ubicó en el 55%. En junio, se produce una helada a mediados de mes que provocó el quemado de las hojas, pero llegó lo suficientemente tarde como para que en general se produzca una maduración adecuada de las bochas en aquellos lotes que fueron a un segundo ciclo, situación que no se había dado en la campaña 2021/22, donde la helada se había producido mucho antes. El avance de la cosecha llegó al 75% y en la segunda quincena de agosto, culminó la misma. En el domo oriental se contabilizaron 20.942 ha sembradas. La porción centro-norte del domo fue la que más sufrió las consecuencias del estrés hídrico, ya que, como se mencionaba anteriormente, comenzó con buenos niveles de lluvias, pero desde febrero en adelante, las mismas fueron muy pocas.

En cuanto al picudo del algodonero, se registraron capturas en trampas a inicios de campaña, pero posteriormente, producto de las aplicaciones preventivas y el ambiente seco, la plaga no estuvo presente durante el período reproductivo, registrando adultos recién en aquellos lotes que se dejaron para un segundo ciclo, pero donde el daño económico fue nulo.

Por otro lado, las precipitaciones en el período septiembre a junio, fueron de un 40% de lo que normalmente llueve en el domo, es decir que en promedio de las sub-zonas algodoneras fue de 485 mm, frente a los 1.195 mm que en promedio se registran en dicho periodo.

Por otro lado, el problema de malezas de difícil control se hizo presente nuevamente, especialmente de la mano de Yuyo colorado. Se observa un mejor control de las malezas por parte de los productores, que en años anteriores, era un problema de difícil solución como ser el de enredaderas y de gramíneas.

Resumen de la campaña en términos productivos del Oeste de la Provincia:

Durante el período invernal y sabiéndose que se iba a registrar un año Niña, se preparó una superficie importante en los bajos submeridionales, alrededor de unas 40.000 ha. Durante septiembre las precipitaciones en general fueron muy pocas, sobre todo en la poción sur del domo. A mediados de octubre se producen lluvias más generalizadas y se comienza con la siembra durante la segunda quincena principalmente en los campos más bajos, hacia el este del domo. Durante los dos últimos días de octubre se produce el paso de una tormenta que provocó erosión eólica y daño en los cultivos recién nacidos por “arenilla”, por lo que se tuvieron que resembrar, aunque un bajo porcentaje. En noviembre se produce otro pulso de siembra con lluvias puntuales pero que se mal lograron por muerte de plántulas por alta temperatura. Durante diciembre, gracias a lluvias generalizadas, se sembró prácticamente todo lo previsto, quedando un 5-10% sin poder sembrarse. Las fechas de siembra quedaron bien marcadas, un 20% entre octubre e inicios de noviembre y el 80% sembrado en diciembre. Se logró generalizar los controles de malezas.

Durante enero, luego de un período de estrés hídrico, las lluvias llegaron hacia fin del mes, pero llegaron tarde para los lotes sembrados en octubre, los que perdieron posiciones quedando con poca retención y en estado regular, por lo que ya se decidió llevarlos a un segundo ciclo a la mayoría de ellos. En febrero, los lotes sembrados en diciembre se encontraban en estado bueno y muy bueno pero con bajo crecimiento por el estrés hídrico de la primera quincena de enero. Además se aprovecharon a realizar controles con herbicidas selectivos y/o totales además del control de trips y arañuela, que no llego a revestir la gravedad que causó en el domo oriental. Durante los primeros 20 días de marzo, se produce nuevamente un estrés hídrico y térmico que produce atrasos en el crecimiento, sin embargo ésta situación se revierte con una lluvia general, aunque escasa en la porción sur-sureste, lo que pone nuevamente a los cultivos a una situación optima para continuar con el llenado de bochas. En el extremo norte se cosechan los primeros lotes. Durante abril la cosecha continuó lento pero se realizaron controles de malezas y aplicación de defoliantes/desecantes. En mayo se dieron varios días con temperaturas superiores a los 25ºC, lo que permitió un adecuado llenado, situación que no se había dado en la campaña 2021/22. El avance de cosecha rondaba el 35%. A mediados de junio recién se produce la primera helada que quema la planta, pero la maduración de las bochas ya era completa, afectando a la fibra con la introducción de pimienta. Para julio la cosecha se fue generalizando y aumentando ritmo, frenado por la escasez de cosechadoras y a fines de agosto culmina la cosecha. En el domo occidental se registraron 133.558 ha sembradas.

Con respecto a picudo del algodonero, solo se vieron capturas a inicios de campaña, pero en niveles muy bajos y durante el período reproductivo del cultivo, producto de las aplicaciones y las condiciones ambientales adversas, no se registró la presencia del mismo.

Las precipitaciones en promedio en el domo occidental fueron de un 60% del promedio normal de lluvias, es decir, que de septiembre a junio el acumulado promedio del domo fue de 560 mm frente a los 955 mm que normalmente llueven en igual período.

Se destaca que nuevamente se registraron cultivo afectados por herbicidas hormonales, fundamentalmente en la porción sur del Dpto. 9 de julio y por malezas de difícil control, agravado por la situación de estrés hídrico.

PICUDO DEL ALGODONERO

El picudo del algodonero, plaga clave del cultivo del algodón, fue otra de las variables que se monitoreó durante la campaña. En la siguiente gráfica, se observan los valores promedio de capturas y los niveles de daño.

Evolución de capturas de Picudo del Algodonero promedio por trampa e Índice de Daño en el cultivo, para las regiones Este y Oeste de la provincia de Santa Fe en la campaña 2022/2023.

Comportamiento productivo del algodón en el ciclo 2022/2023

RENDIMIENTO PROMEDIO

El rendimiento promedio sobre superficie cosechada en la provincia de Santa Fe, en función de la encuesta y ponderado por superficie entre el domo occidental y el oriental fue de 1.810 kg/ha de algodón en bruto, siendo un 9% superior al promedio de los últimos 21 años.

El rendimiento promedio de las últimas 22 campañas es de 1.665 kg/ha de algodón en bruto.

Los rendimientos por región indican las siguientes cifras:

Zona Oeste de la Provincia: campaña actual 1.880 kg/ha (±610 kg/ha), donde en general en el centro-norte del departamento 9 de Julio los rendimiento fueron 1.650 kg/ha en promedio y al sur 2.420 kg/ha. Se destaca la amplitud del desvío de los rendimientos obtenidos debido a la irregular distribución de las precipitaciones y el tiempo de preparación de los mismos (fundamentalmente de los nuevos), ya que las precipitaciones de invierno y primavera fueron muy bajas como para tener un adecuado perfil hídrico.

Zona Este de la Provincia: campaña actual 1.400 kg/ha (±605 kg/ha), donde en general los rendimientos fueron menores al promedio en la porción centro-norte y mayores al sur del domo. Destacar el desvío estándar de los rendimientos, donde nos muestra que hubo rendimientos medios en torno a los 700 a 800 kg/ha y lotes de alrededor de los 2.000 kg/ha de algodón en bruto. También se registraron productores que obtuvieron rendimientos promedios de entre 300 y 500 kg/ha.

RENDIMIENTO DE FIBRA

Los datos relevados indican a nivel Provincial un rendimiento de fibra al desmote promedio del 28,4% (±2,5%) por lote. Los casos extremo van del 19,5 al 37,5%, con rendimientos desde 60 kg/ha hasta 1.100 kg/ha de fibra por lote con un promedio ubicado en los 515 kg/ha. El promedio tanto del Este como del Oeste de la Provincia fueron similares en los que respecta al porcentaje de desmote. El promedio de las últimas 14 campañas se ubica en los 545 kg/ha de fibra y un 29% al desmote.

En cuanto al grado comercial promedio estuvo entre C ½ y D a nivel Provincial, donde en el Oeste se observó una mejor calidad de fibra considerando éste parámetro. Haciendo una equivalencia con los grados universales, corresponde a Strict Low Middling Plus / Low Middling Shy. Por otro lado, cabe destacar, que el grado comercial se mantuvo en el rango antes mencionado, estando con peor calidad los algodones cosechados en primer fecha producto de estar más afectado por las condiciones de estrés hídrico.


En la revista tanto digital como física, se pueden observar datos promedios de las últimas campaña relacionadas a sistema de labranza, fertilización, cultivos antecesores, sistema de cosecha, utilización de herbicidas pre-emergentes y las variedades más utilizadas. Con cada uno de los puntos anteriores, se realiza un análisis y el impacto en los rendimientos.


GRUPO TÉCNICO DE LAS COMISIONES ZONALES SANITARIAS

Del relevamiento a campo, asistencia agronómica a productores y monitoreo del picudo del algodonero, participaron los Ing. Agr. Leonardo Masin, Federico Dike, Mariano Basan, Pablo Menapace, Alexis Antinori, Emanuel Dolzani, Mileva Acosta y Carlos González. Por otro lado también agradecer a los Ing. Agr. Mario Gerber, Alberto Affolter, Guillermo Sager, Germán Pogliani y a los integrantes de las agencias de extensión de INTA de Las Toscas, San Javier y Tostado por brindar colaboración e información.

 

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Cristian Zorzon

Ingeniero Agrónomo egresado de la Universidad Nacional del Litoral - Facultad de Ciencias Agrarias – FCA, UNL. Presidente la Asociación para la Promoción de la Producción Algodonera (APPA).

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